en todo lo puro noble lleno de amor fraternal en eso pensar
AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO Marcos 12, 28-34
La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.
1 Pedro 3:8-9 “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”
1 Pedro 1:22 “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, con corazón puro”
Juan 13:14 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.”
Lucas 6:31 “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.”
Se cuenta que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo rodeaban: “Vamos. Seguidme. Pronto destruiré a mis enemigos.” Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, él trató afablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él de nuevo.
Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de todos aquellos que se habían sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que el emperador trataba humanitariamente y hasta con cariño a quienes habían sido rebeldes. Entonces el primer ministro preguntó con enojo al emperador:
¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Dijisteis que veníamos a destruir a vuestros enemigos. Los habéis perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los habéis tratado.
Entonces el emperador, con actitud generosa, dijo:
Os prometí destruir a mis enemigos; y todos vosotros veis que ya nadie es enemigo mío: a todos los he hecho mis amigos. —
Pensando en que todos los seres sentientes
son aún más valiosos que la joya que colma los deseos,
con el fin de alcanzar el supremo propósito,
pueda yo siempre considerarles preciosos.
sobre altruismo
"Uno debe ignorar su propio bienestar y desear el bien-
estar de los demás". Es importante comprender en su propio contexto es-
tas afirmaciones referentes a la práctica de compartir voluntariamente el
dolor y el sufrimiento de otro ser. Lo fundamental, aquí, es que si no tie-
nes capacidad para amarte a ti mismo, simplemente no hay bases sobre las
que construir un sincero afecto por los demás.
Amarse a sí mismo no significa que uno esté en deuda consigo mismo.
Más bien, la capacidad de amarse a sí mismo o de ser amable con uno mismo ha de basarse en un hecho muy fundamental de la existencia humana:
nuestra tendencia natural a desear felicidad y a evitar el sufrimiento.
es posible desarrollar la actitud de considerar a
los demás seres sentientes como seres preciosos cuando se reconoce el im-
portante papel que su amabilidad juega en la propia experiencia de alegría,
felicidad y éxito. Ésta es la primera consideración. La segunda es que, me-
diante el análisis y la contemplación, podemos llegar a comprender que
gran parte de la desdicha, el sufrimiento y el dolor que experimentamos re-
sulta, en verdad, de una actitud egocéntrica que busca el propio bienestar
a expensas de otros, mientras que gran parte de la alegría, la felicidad y el
sentimiento de seguridad en nuestras vidas surge de pensamientos y emo-
ciones que buscan el bienestar de otros
"Cuando el practicante se implica en acti- vidades y pensamientos que están centrados y dirigidos al logro del bien- estar de otros, verá realizada su propia aspiración, sin tener que hacer para ello esfuerzo alguno".
AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO Marcos 12, 28-34
La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.
1 Pedro 3:8-9 “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”
1 Pedro 1:22 “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, con corazón puro”
Juan 13:14 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.”
Lucas 6:31 “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.”
Se cuenta que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo rodeaban: “Vamos. Seguidme. Pronto destruiré a mis enemigos.” Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, él trató afablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él de nuevo.
Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de todos aquellos que se habían sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que el emperador trataba humanitariamente y hasta con cariño a quienes habían sido rebeldes. Entonces el primer ministro preguntó con enojo al emperador:
¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Dijisteis que veníamos a destruir a vuestros enemigos. Los habéis perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los habéis tratado.
Entonces el emperador, con actitud generosa, dijo:
Os prometí destruir a mis enemigos; y todos vosotros veis que ya nadie es enemigo mío: a todos los he hecho mis amigos. —
Pensando en que todos los seres sentientes
son aún más valiosos que la joya que colma los deseos,
con el fin de alcanzar el supremo propósito,
pueda yo siempre considerarles preciosos.
sobre altruismo
"Uno debe ignorar su propio bienestar y desear el bien-
estar de los demás". Es importante comprender en su propio contexto es-
tas afirmaciones referentes a la práctica de compartir voluntariamente el
dolor y el sufrimiento de otro ser. Lo fundamental, aquí, es que si no tie-
nes capacidad para amarte a ti mismo, simplemente no hay bases sobre las
que construir un sincero afecto por los demás.
Amarse a sí mismo no significa que uno esté en deuda consigo mismo.
Más bien, la capacidad de amarse a sí mismo o de ser amable con uno mismo ha de basarse en un hecho muy fundamental de la existencia humana:
nuestra tendencia natural a desear felicidad y a evitar el sufrimiento.
es posible desarrollar la actitud de considerar a
los demás seres sentientes como seres preciosos cuando se reconoce el im-
portante papel que su amabilidad juega en la propia experiencia de alegría,
felicidad y éxito. Ésta es la primera consideración. La segunda es que, me-
diante el análisis y la contemplación, podemos llegar a comprender que
gran parte de la desdicha, el sufrimiento y el dolor que experimentamos re-
sulta, en verdad, de una actitud egocéntrica que busca el propio bienestar
a expensas de otros, mientras que gran parte de la alegría, la felicidad y el
sentimiento de seguridad en nuestras vidas surge de pensamientos y emo-
ciones que buscan el bienestar de otros
"Cuando el practicante se implica en acti- vidades y pensamientos que están centrados y dirigidos al logro del bien- estar de otros, verá realizada su propia aspiración, sin tener que hacer para ello esfuerzo alguno".