Escoger el lado bueno de cada situación
"Cada momento presenta siempre dos opciones; puedes escoger entre ser feliz o ser desdichado. Empieza a verlo de ese modo: lo primero que has de hacer en cada situación es tratar de descubrir qué es lo que te haría feliz y qué es lo que te haría desgraciado.
Cuando yo era pequeñito, mi padre construyó una casa preciosa. Pero el arquitecto le engañó --él era un hombre sencillo-- y la casa se vino abajo con las primeras lluvias. Estábamos a punto de mudarnos; no faltaban más que dos o tres días para instalarnos en la casa cuando ésta se derrumbó. Mi padre estaba de viaje; le mandé un telegrama: "¡Ven inmediatamente, la casa se ha derrumbado!". No acudió y ni siquiera respondió. Regresó cuando tenía previsto regresar y lo primero que me dijo fue: "¡Has hecho el tonto!. La casa estaba perdida, ¿por qué malgastar diez rupias enviándome un telegrama tan largo?. ¡Podrías habértelas ahorrado!. Además, tenemos que dar gracias a Dios porque la casa se haya hundido en el momento oportuno. ¡Si hubiera esperado cuatro o cinco días más, habría matado a toda la familia!".
Invitó a todo el pueblo a una fiesta. ¡Aquella idea me gustó! Todo el mundo decía riendo: "Es un enorme disparate: ¡tu casa se ha derrumbado y todos nos sentimos apenados por ello!". Pero convocó a toda la gente del pueblo --era un pueblo pequeño-- a una gran fiesta para dar gracias a Dios por haberle ayudado. ¡Sólo cuatro días más y habría muerto toda la familia!. Eso es lo que llamo escoger el lado bueno de cada situación".
Osho, El ABC de la Iluminación
Cuando yo era pequeñito, mi padre construyó una casa preciosa. Pero el arquitecto le engañó --él era un hombre sencillo-- y la casa se vino abajo con las primeras lluvias. Estábamos a punto de mudarnos; no faltaban más que dos o tres días para instalarnos en la casa cuando ésta se derrumbó. Mi padre estaba de viaje; le mandé un telegrama: "¡Ven inmediatamente, la casa se ha derrumbado!". No acudió y ni siquiera respondió. Regresó cuando tenía previsto regresar y lo primero que me dijo fue: "¡Has hecho el tonto!. La casa estaba perdida, ¿por qué malgastar diez rupias enviándome un telegrama tan largo?. ¡Podrías habértelas ahorrado!. Además, tenemos que dar gracias a Dios porque la casa se haya hundido en el momento oportuno. ¡Si hubiera esperado cuatro o cinco días más, habría matado a toda la familia!".
Invitó a todo el pueblo a una fiesta. ¡Aquella idea me gustó! Todo el mundo decía riendo: "Es un enorme disparate: ¡tu casa se ha derrumbado y todos nos sentimos apenados por ello!". Pero convocó a toda la gente del pueblo --era un pueblo pequeño-- a una gran fiesta para dar gracias a Dios por haberle ayudado. ¡Sólo cuatro días más y habría muerto toda la familia!. Eso es lo que llamo escoger el lado bueno de cada situación".
Osho, El ABC de la Iluminación