EN AMOR POR SIEMPRE

TIEMPO PARA DISFRUTAR
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que
se quiere debajo del cielo tiene su hora:
Tiempo de nacer y tiempo de morir,
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado,
tiempo de matar y tiempo de curar,
tiempo de destruir y tiempo de edificar,
tiempo de llorar y tiempo de reír,
tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar,
tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas,
tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar,
tiempo de buscar y tiempo de perder,
tiempo de guardar y tiempo de tirar,
tiempo de rasgar y tiempo de coser,
tiempo de callar y tiempo de hablar,
tiempo de amar y tiempo de aborrecer,
tiempo de guerra, y tiempo de paz.”
Eclesiastes 3:1

En todo lo puro, noble, (lleno de amor fraternal), respetable, honesto, digno, justo, amable, agradable en todo lo digno de admiración, honorable, en fin, todo lo que sea excelente: si hay virtud alguna o merezca elogio: EN ESO PENSAR
Filipenses4:8

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
porque el es en realidad como piensa dentro de si

Proverbios 23:7
CATARSIS DIARIA

Meditar no solamente es sentarnos horas y horas y poner nuestra mente en blanco, una verdadera meditación es aquella que se refleja en todos los actos de nuestra vida; la verdadera meditación comienza desde que despertamos, y los demás actos son una continuación de ella.No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer.
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.


"Espada del Espíritu". Efesios 6:17

Sacar tiempo para nutrirse, inspirarse, diserniendo de cada autor todo aquello que nos de calidad de vida y nos haga mas amorosos...

LOVE IS THE ANSWER
EL AMOR ES LA RESPUESTA
TIEMPO DE PERSEVERAR
SIEMPRE ES TIEMPO DE DAR GRACIAS POR TODO






¿POR QUÉ LEER?

by Silvia Bardelás on April 28, 2009

Vincularnos al mundo
Se dan muchas razones para leer, pero creo que hay una que es indiscutible. La vida, leyendo, es mucho más interesante. ¿Por qué? Porque se nos abren miles de posibilidades de vincularnos al mundo. Lo importante es que los libros cuenten algo que no hayamos pensado antes y que los lectores sepamos verlo.
Se puede confundir al lector con alguien que no vive, como si en el proceso de lectura te estuvieras perdiendo algo vital, pero ese tipo de lector, que no es capaz de relacionar su lectura con la vida, es el que lee sólo como entretenimiento, contrario a la lectura, o el que utiliza la lectura como un sustituto de la vida. El que sabe leer cambia con una buena lectura. Los cambios no son radicales, son pequeños conocimientos que pueden romper con actitudes enquistadas o que pueden abrir campos impensables. El aburrimiento es un mal endémico de nuestra época que no cura el entretenimiento, porque olvidar un rato no aporta nada. Sin embargo, encontrarnos con personajes que piensan, valoran y toman decisiones ante la vida, sí que configura nuestro punto de vista, nuestra forma de ver el mundo. La literatura y la filosofía buscan lo mismo, pero el lenguaje literario es capaz de encarnar ideas en actos de personajes, de manera que el pensamiento no es abstracto, sino artístico, es decir, con participación de la emoción, con articulación de sentimientos. Hay un vínculo real con la historia que se cuenta, se despierta el pensamiento y el aburrimiento cae al convertirnos en buscadores de sentido.