Fotografía: Catalina Valencia R. 2010
El Testimonio de la Escritura
El Salmo 56:3 dice, “En el día que temo, Yo en ti confío.” No dice:
“Nunca lucho con el temor.” El temor nos ataca y la lucha empieza. La
Biblia no asume que el creyente verdadero no tendrá ansiedades. De lo
contrario, la Biblia nos dice como pelear cuando somos atacados.
Por ejemplo, en 1 Pedro 5:7 dice, “Echando toda vuestra ansiedad
sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” NO dice, nunca tendrás
ansiedades para echar sobre Dios.
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)
“Así será mi palabra que sale de
mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié.”(Isaías 55:11)