Un periodista le hizo una entrevista a un hombre sabio y al entrar en la habitación le preguntó: "¿Qué es lo que más le sorprende de la humanidad?", él respondió: “Que se aburren de ser niños y quieran crecer rápido, para después desear ser niños otra vez. Que desperdicien la salud para hacer dinero y luego pierdan el dinero para recuperar la salud. Que ansían el futuro y olvidan el presente, y así no viven ni el presente ni el futuro. Que vivan como si nunca fuesen a morir y mueran como si nunca hubieran vivido.”
La periodista quedó en silencio un rato y le dijo: “¿Cuáles son las lecciones de vida que las personas debemos aprender?” Y con una sonrisa respondió: “Que aprendan que no pueden hacer que nadie los ame sino dejarse amar. Que lo más valioso en la vida no es lo que tenemos sino a quién tenemos. Que una persona rica no es quién tiene más sino quién necesita menos, y que el dinero puede comprar todo menos la felicidad. Que el físico atrae, pero la personalidad enamora.”
Estas afirmaciones del hombre sabio, me hacen pensar si el leyó la Biblia donde encontramos todas las lecciones de vida. Es verdad que en este tiempo muchos viven sin propósito, confundidos y tratando de satisfacer necesidades personales que nunca logran alcanzar. El único que nos da sabiduría para vivir una vida plena es Jesús. Si seguimos su ejemplo no hay manera de equivocarnos. El nos dijo que nos hiciéramos como niños para entrar en el reino de los cielos, que bueno fuera que todos deseáramos hacernos como niños, amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
El sabio comentó que lo mas valioso en la vida no es lo que tenemos sino a quien tenemos y es verdad si tenemos a Cristo como el centro de nuestra vida, realmente lo tenemos todo; si le permitimos guiar nuestra vida transformar nuestro carácter al carácter de Cristo, no solamente seremos atractivos sino de bendición a los que nos rodean. La presencia de Cristo en nuestros corazones nos da entendimiento para usar nuestras habilidades y también para usar nuestros bienes.
¿Como encontramos la sabiduría? En la lectura diaria de la Palabra de Dios. El Espíritu Santo nos da discernimiento de la Palabra, nos ayuda a mantener una comunión profunda con nuestro Padre Celestial, y ser instrumentos para que su gracia se manifieste hacia otros. Cultivando una vida de comunión con el Señor tendremos victoria ante toda situación, pero sobre todo viviremos en plenitud.
Padre Celestial ayúdanos a vivir vidas que te agraden a ti, cultivando comunión contigo para que Tu paz y gozo nos acompañen aun en tiempos de dificultad y disfrutemos una vida victoriosa y plena que sea testimonio de tu poder te lo pedimos en el nombre de Jesús. León de juda Fany Rodríguez