EN AMOR POR SIEMPRE

TIEMPO PARA DISFRUTAR
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que
se quiere debajo del cielo tiene su hora:
Tiempo de nacer y tiempo de morir,
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado,
tiempo de matar y tiempo de curar,
tiempo de destruir y tiempo de edificar,
tiempo de llorar y tiempo de reír,
tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar,
tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas,
tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar,
tiempo de buscar y tiempo de perder,
tiempo de guardar y tiempo de tirar,
tiempo de rasgar y tiempo de coser,
tiempo de callar y tiempo de hablar,
tiempo de amar y tiempo de aborrecer,
tiempo de guerra, y tiempo de paz.”
Eclesiastes 3:1

En todo lo puro, noble, (lleno de amor fraternal), respetable, honesto, digno, justo, amable, agradable en todo lo digno de admiración, honorable, en fin, todo lo que sea excelente: si hay virtud alguna o merezca elogio: EN ESO PENSAR
Filipenses4:8

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
porque el es en realidad como piensa dentro de si

Proverbios 23:7
CATARSIS DIARIA

Meditar no solamente es sentarnos horas y horas y poner nuestra mente en blanco, una verdadera meditación es aquella que se refleja en todos los actos de nuestra vida; la verdadera meditación comienza desde que despertamos, y los demás actos son una continuación de ella.No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer.
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.


"Espada del Espíritu". Efesios 6:17

Sacar tiempo para nutrirse, inspirarse, diserniendo de cada autor todo aquello que nos de calidad de vida y nos haga mas amorosos...

LOVE IS THE ANSWER
EL AMOR ES LA RESPUESTA
TIEMPO DE PERSEVERAR
SIEMPRE ES TIEMPO DE DAR GRACIAS POR TODO




SILENCIO

"Para descubrir la inmensidad de las profundidades divinas, se impone el silencio" 
 (Arjuna y Krishna en el Baavagad Gita)






Catalina valencia R






EL DIA EN QUE JESUS GUARDO SILENCIO


Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estaba en mi sofá preferido con un buen libro en la mano.

El cansancio me fue venciendo y empece a cabecear.

En algún lugar entre la semi-consciencia y los sueños, me encontré en aquel inmenso salón, no tenia nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones. Tenían diferentes rótulos.

Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado "muchachas que me han gustado" Lo abrí descuidadamente y empecé a pasar las fichas. Tuve que detenerme por la impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: !se trataba de las muchachas que a mí me habían gustado!!!

Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de dónde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.

Estaban escritas todas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria ya había olvidado. Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.

Algunos me trajeron alegría y momentos felices, otros por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para ver si alguien me observaba.

El archivo "Amigo" estaba al lado de "Amigos que traicioné" y "Amigos que abandoné cuando mas me necesitaban". Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. "Libros que he leído", "Mentiras que he dicho", "Consuelo que he dado", "Chistes que conté", otros títulos eran: "Asuntos por los que he peleado con mis hermanos", "Cosas hechas cuando estaba molesto", "Murmuraciones cuando Mamá me reprendía de niño", "Videos que he visto" No dejaba de sorprenderme de los títulos. En algunos ficheros había muchas más tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de las que yo pensaba.

Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.

Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad.

Cada .....una escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma. Cuando vi el archivo "Canciones que he escuchado" quedé atónito al descubrir que tenía mas de tres cuadras de profundidad y, ni aún así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de música, si no por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.

Cuando llegué al archivo: "Pensamientos lujuriosos" un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sólo abrí el cajón unos centímetros Me avergonzaría de conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido; me sentí asqueado al constatar "ese" momento, escondido en la obscuridad, había quedado registrado.

No necesitaba ver más.

Un instinto animal afloró en mi. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie debe entrar jamás a este salón! Tengo que destruirlo!

En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón.

Me desesperé y traté de tirar con más fuerza, sólo para descubrir que eran más duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.

Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar. Apoyando mi cabeza al interminable archivo, testigo invencible de mis miserias, empecé a llorar En eso el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación:

"Personas a las que les he compartido el evangelio". La manija brillaba, y al abrirlo, encontré menos de 10 tarjetas. Las lágrimas volvieron a brotar de mis ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar; caí de rodillas al suelo llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.

Y mientras me limpiaba las lágrimas, lo vi.

!Oh no!, ! Por Favor no! !El no!, cualquiera menos Jesús!!. Impotente vi cómo Jesús abría cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción.

En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.

Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. Porqué tiene que leerlos todos?. Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. Él, se acercó, puso sus manos en mis hombros. Pudo haber dicho muchas cosas, pero

El no dijo una sola palabra.

Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio y lloró conmigo.

Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. !NO!!, le grité corriendo hacia él. Lo único que atiné a decir fue solo! No!, !No!, !No! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía porque estar en esas fichas. No eran sus culpas!!, Eran las mías!!. Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubrió el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.

No entiendo cómo lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo: Consumado Es, Esta Terminado, Yo He Cargado Con Tu Vergüenza Y Culpa.En eso, salimos juntos del salón Salón que aún permanece abierto. Por que todavía faltanmás tarjetas que escribir.

Aún no sé si fue un sueño, una visión, o una realidad Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará mas fichas de qué alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.

Gracias Jesús por haber hecho que esta reflexión llegara a mí.


ANONIMO





Del árbol del silencio pende el fruto de la seguridad.
Poverbio arabe
Heyjuddy











"La felicidad o la desgracia dependen enteramente de la actitud de la mente" (Upanishad)

BENDICIONES DE HERMANAS, GRACIAS POR LAS REVELACIONES QUE DIOS LES DA


REFLEXIONES DE FAMILIA CELESTE



Soltar no significa descuidar, sino reconocer que no puedo hacerlo por mi sola, y necesito a Dios. Soltar no significa que no me interesa, sino que no puedo cambiar a mis hijos, mi esposo, mi jefe y necesito entregárselos a Dios. Soltar no significa admitir la derrota, sino reconocer que la victoria no está en mis manos, pero si en las manos de Dios. Soltar no significa abandonarlos a su suerte, sino ser un soporte que deja actuar a Dios en sus vidas. Soltar no significa juzgar, sino reconocer que todos somos humanos y tenemos puntos de vista diferentes. Soltar no significa no intervenir, sino permanecer ahí, cercano, en oración, es la mejor intervención. Soltar no significa argumentar, criticar, imponer, sino aceptar a cada uno como es, sabiendo que solo Dios puede cambiarnos, a ellos y a mi. Soltar es crecer y vivir confiando en Dios.

“En ti confiarán los que conocen tu nombre” (Salmo 9:10)

Fuente:

www.amoreterno.org

http://mestizaenamor.blogspot.com/2009/08/soltar.html





Vi Pornografía por primera vez cuando tenía cerca de 5 años de edad. Aquellas imágenes están todavía grabadas en mi cerebro aunque estoy seguro que esas imágenes han sido ligeramente modificadas luego de 25 años de agregar nuevas.

Cuál fue el camino que tomé de ser un muchacho feliz hasta llegar a ser un Pastor de Iglesia a los 25 años, casado, adicto a la Pornografía, visitando prostitutas y con intento de suicidio?
No soy el único que ha viajado como viniendo de otro planeta, sobre este sendero de impureza y adicción sexual. No solo yo he tomado decisiones que me han sacudido diariamente con estas situaciones. Esto significa amigo que usted tampoco está solo...
http://www.renuevodeplenitud.com/los-tres-hombres-de-mi-vida.html

Como superar los vicios


Todos tenemos hábitos, tanto buenos como malos. Cualquier cosa que hagamos automática e inconscientemente, o sin decidir específicamente hacerla, es un hábito. Los buenos hábitos o costumbres, como por ejemplo ser ordenado, ser cortés y bien educado, etc., son de mucha ayuda. Pero cuando las costumbres que hemos adquirido son malas o destructivas y vemos que nos resulta difícil o casi imposible cambiar, se llaman vicios.

Existe una historia verídica de un hombre que era dueño de un águila y la tuvo encadenada a una estaca durante muchos años. Con el curso de los años, el águila había llegado a abrir un surco en la tierra de tanto dar vueltas alrededor de la estaca. Ya se estaba haciendo vieja y el amo se compadeció y pensó: "¡Como no le falta mucho de vida, voy a ponerla en libertad!" Y quitándole la anilla de la pata, la tomó en la mano y la lanzó al aire. Pero, ¿qué crees que sucedió? ¡La vieja águila se había olvidado casi por completo de cómo se volaba! ¡Dando unos cuantos aletazos, bajó nuevamente al suelo, se acercó al surco y se puso a dar vueltas sobre él siguiendo la rutina que había tenido durante años! ¡No estaba sujeta con ninguna cadena ni argolla! ¡Lo hacía simplemente por la fuerza de la costumbre!

¡Se ha dicho que las cadenas de las malas costumbres son tan débiles que no se sienten hasta que son tan fuertes que no se pueden romper! ¡Pero el Señor sí las puede romper! Y que "los hábitos son como sogas: cada día se teje un hilo más hasta que al final son irrompibles." Ambas cosas son muy ciertas.
¿Cuántas veces has intentado deshacerte de un mal hábito y te has visto prácticamente impotente para deshacerte de él o para dejar de hacer tal cosa, por mucho que intentaras hacer uso de tu fuerza de voluntad en contra de ello? Lo cierto es que todos somos débiles y muy humanos y fallamos en algún sentido, y somos susceptibles a muchos problemas diversos que pueden convertirse en vicios y malos hábitos.

Lo que la mayoría de la gente no comprende es que con frecuencia un vicio o una mala costumbre es algo más que una simple reacción natural que tenemos inculcada. Cuando se tiene cierta debilidad y se la consiente y se cede a ella durante un tiempo bastante prolongado, muchas veces hay espíritus malos (demonios) que son causantes de dichos hábitos, y que los aumentan y tratan de mantenernos esclavizados a ellos, y más si son hábitos malos y nocivos para nosotros o nuestra salud, o para nuestra relación con los demás.
Según la Palabra de Dios, es indudable que hay demonios que fomentan ciertos pecados y vicios con la intención de destruirnos por medio de ellos. Como por ejemplo demonios de gula, demonios de alcohol, droga y tabaco, demonios de juego, demonios de perversiones sexuales, de homosexualidad, etc. Esos son algunos de los vicios más evidentes, ¡pero muchos no se dan cuenta de que cosas como el odio, el sentimiento de culpa, el rencor, la preocupación, el orgullo, la envidia, los celos, la santurronería, el temor, decir mentiras y engañar, son también malas costumbres y vicios, y las fuerzas espirituales que atan a las personas a ellos pueden ser igual de intensas y destructivas que la adicción que impulsa a algunos irresistiblemente a jugar, consumir drogas o abusar del alcohol!

Hay demonios que intentan hacerle daño a uno y destruirlo en casi todas las facetas de su vida si uno se lo permite. Eso sucede sobre todo si se tiene alguna tendencia o pecado asediante en algún sentido, como por ejemplo una gran inclinación a ser envidioso o a criticar a los demás. O si se tiene debilidad por el alcohol o alguna otra cosa. El enemigo puede aprovechar eso para tentarlo a uno constantemente.
El alcoholismo es un vicio que ha atormentado a la humanidad durante miles de años, y aunque beber vino con moderación era muy común en tiempos bíblicos, la Biblia habla mucho en contra del abuso constante y exceso de vino y otras bebidas alcohólicas. Ver Proverbios 20:1, 21:17, 23:29-35, 31:4, Efesios 5:18, Tito 2:3. El Señor no sólo te puede liberar del espíritu que produce el alcoholismo, sino que también te puede dar las fuerzas para seguir resistiéndolo una vez te ha librado.

¡Todos sabemos naturalmente que la nicotina y el alquitrán del tabaco son muy perjudiciales para la salud y que se ha demostrado que son una causa importante del cáncer! Los mismos fumadores reconocen en su mayoría que fumar es un vicio y una mala costumbre, pero la cosa es, ¿cómo pueden dejar de hacerlo? ¡Porque puede crear un hábito muy difícil de quitar! El remedio es orar muy seriamente para que el Señor lo libere a uno de la dependencia física de la nicotina y reprendiendo los malos espíritus que podrían estar aumentando y agravando la adicción. ¡Pídele al Señor que te libere y lo hará!

Las drogas también causan un hábito difícil de quitar y son muy perjudiciales. Eso no sólo sucede con las drogas ilícitas sino también con los medicamentos "legales" recetados que compran millones de personas en la farmacia. ¡Muchos producen hábito y, sean cuales sean sus "efectos beneficiosos" -sea evadirse de la realidad o aliviar el dolor- casi todos tienen efectos secundarios negativos, son perjudiciales y caros! Pero hay una buena noticia: ¡el Señor ha librado a incontables miles de personas de la adicción a todo tipo de drogas! ¡Milagrosamente! ¡Y en muchos casos sin los síntomas que se tienen cuando se deja la droga!

El juego es un vicio que produce tanto hábito como el alcohol o las drogas, y es un ejemplo claro de malos espíritus que lo impulsan a uno a jugarse un dinero que ha ahorrado con mucho esfuerzo al número que salga en los dados, lo que indique la ruleta, la velocidad de un caballo o una partida de cartas al azar. La razón del juego es que se puede ganar dinero fácilmente sin esfuerzo, que es exactamente lo contrario de los valores de diligencia, esfuerzo y ahorro que enseña la Biblia. Asimismo, depender de la suerte es depender de las bendiciones del Diablo. ¡Ya está bastante mal que uno se arriesgue a jugar, pero si se le da bien o tiene suerte, necesita más liberación todavía!

La homosexualidad, o sodomía, como la llama la Biblia, la hemos tratado más en detalle en otra sección de este libro titulada "La destrucción de los Sodomitas". Si tienes el problema de la homosexualidad, no dejes de leer dicho relato y la "reflexión" que lo acompaña.
A muchos cristianos que condenan santurronamente a los que están atrapados en vicios evidentes como el alcoholismo, las drogas o perversiones sexuales les parece lo más normal comer en exceso y estar obesos. Pero la gula, el impulso irremediable de comer, es con frecuencia un hábito que tiene causas espirituales, y hace falta mucha oración y determinación para deshacerse de un hábito tan malo y tan fuerte. Muchas veces, la gula o glotonería es un hábito tan terrible como las drogas o el alcoholismo, y la Palabra de Dios hace muchas advertencias en contra de ella. Ver Proverbios 23:2, 20- 21; 1a Pedro 4:3)

A propósito de santurronería y del espíritu de criticar y censurar a los demás, son problemas espirituales y vicios muy graves también. Si ves que siempre estás juzgando, criticando y menospreciando a los demás, y te crees mejor que ellos, tienes que orar sin falta para librarte de los espíritus negativos que producen división y te hacen ser de esa manera.
La santurronería está muy estrechamente relacionada con el orgullo, y proviene directamente de él. ¡Y aunque a todos nos asedia el pecado del orgullo y nos estimamos y preocupamos por nosotros mismos, el Enemigo de nuestra alma puede muchas veces aprovechar dicha debilidad humana natural aumentándola hasta convertirla en el más grave de los problemas! El orgullo es la raíz de todo pecado, y fue lo que originó la caída de Satanás. (Isaías 14:12-15) ¡El Señor detesta el orgullo! (Proverbios 6:16-17)

Otros dos vicios comunes que tienen innumerables millones de personas son el odio y el rencor. Como sucede con los demás pecados de la mente y del corazón, son indudablemente debilidades causadas por malos espíritus. Si quieres saber lo que dice la Biblia del rencor o amargura, lee Efesios 4:31; Colosenses 3:19; Hebreos 12:15 y Santiago 3:14-15. Para saber lo que dice del odio, lee Proverbios 10:12, 15:17; 26:26; Gálatas 5:19-21. Esos malos hábitos, no solamente son dañinos y hasta peligrosos para los demás, sino que la ciencia médica ha demostrado que producen toda clase de enfermedades psicosomáticas a los que guardan rencor u odian porque segregan verdaderos venenos en el torrente sanguíneo.

El temor y la preocupación son emociones negativas relacionadas que causan una cantidad increíble de efectos negativos en quien está atormentado por ellos. Tener mucho temor o estarse preocupando constantemente es por lo general algo más que un hábito arraigado o un trauma que acarreamos desde la niñez. El temor en particular es una esclavitud terrible, y la Biblia dice claramente: "¡No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio!" (2a a Timoteo 1:7) Ver también Proverbios 29:25; Lucas 21:26; Hebreos 2:15; 1a de Juan 4:18.

De los celos hemos hablado en otra sección de este libro. (Ver "¡Los celos! ¡Cómo controlarlos!) La sensación de culpabilidad o remordimiento tiene también un claro origen espiritual y está causada por el Diablo, al que la Biblia llama "el acusador de los santos". (Apocalipsis 12:10) La gente generalmente sufre complejos de culpabilidad porque, o bien desobedece y tiene "una horrenda expectación de juicio (castigo)" (Hebreos 10:27), o porque "su conciencia es débil", y por tanto susceptible a las mentiras del Enemigo. (1a a los Corintios 8:7; Tito 1:15) ¡El remedio para un hábito tan opresivo es estudiar la verdad de la Palabra de Dios para saber qué es lo que está mal y qué es lo que está bien, y luego obedecer y hacer lo que está bien! (Hebreos 10:22; Juan 15:3)

Algunos tienen una costumbre irresistible de mentir o engañar. La Biblia deja claro que ése también es un vicio peligroso. Si quieres leer versículos de la Biblia sobre la mentira, mira Salmo 119:163; Proverbios 6:16-17, 10:18, 12:22, 13:5, 26:28; Efesios 4:25. Si quieres leer versículos sobre engañar, mira Proverbios 12:5,17, 14:8,25, 26:24. Podríamos enumerar muchas malas costumbres y vicios más, pero con los anteriores ya tienes unos cuantos ejemplos de algunos de los más corrientes. Pero no olvides que toda costumbre mala o negativa que te perjudica a ti o a los demás es un vicio, y es muy posible que el causante sea el enemigo de tu alma y lo esté utilizando para tratar de derrotarte o hacerte las cosas más difíciles.

Si eres cristiano, los espíritus malos no te pueden poseer de forma permanente, pero sí pueden tratar de meterte en la cabeza pensamientos que te motiven a hacer lo que no debes. Tratan de influir en tus pensamientos y tu espíritu, y de hacer que cedas a dicha influencia. Si no consiguen que cedas a su influencia ni decidas hacer su voluntad, se adueñan de ti y te tienen prácticamente atado por medio de vicios o malos hábitos. Si adquieres un mala costumbre y siempre la estás practicando, puedes terminar totalmente derrotado, hasta el punto de que obedezcas y escuches más al Diablo que a Dios.

Hasta los cristianos nacidos de nuevo que aman al Señor pueden ser a veces víctima de malos espíritus. No pueden estar poseídos en todo momento, pero sí oprimidos o sometidos a la influencia de ellos. El cristiano es propiedad del Señor, quien lo posee es el Señor y su Espíritu. Pero claro, si tienes algún pecado que te asedia, si hay algún rincón oscuro en tu vida o una mala costumbre que no estás dispuesto a someter al Señor, el enemigo te puede molestar y atormentar en ese sentido. Puede aprovechar eso para debilitarte o derrotarte en ese aspecto de tu vida en particular. Por eso dice la Palabra de Dios: "¡Ni deis lugar al Diablo!" (Efesios 4:27) La Escritura los llama "pecados que nos asedian", porque se deben a espíritus que nos atacan, son "pesos" de los que debemos "despojarnos". (Hebreos 12:1)

Si le "das lugar" al Enemigo en tu vida, es como si tuvieras un inquilino malo en tu casa: no es que se haga el amo de la casa, sino que te molesta y te da problemas, y te causa toda clase de daños. Le dices varias veces que se vaya y no te hace caso, ¡hasta que al final, apoyado en la autoridad de la ley -en este caso la autoridad de la Palabra y el nombre de Jesús, lo expulsas a patadas! ¡Si no, no se marcharía!
¡Es lamentable que haya tantos cristianos que dejen pasar tanto tiempo sin librarse por completo de vicios y malas costumbres que tienen muy arraigados! Puede decirse que los albergan y les permiten que se queden sin deshacerse realmente de ellos. No reconocen que sus problemas son espirituales además de físicos, y por eso no adoptan una autoridad espiritual contra dichos espíritus reprendiéndolos y deshaciéndose de ellos.

Lo primero que hay que hacer es estar dispuesto a reconocer que una fuerza espiritual te está aprisionando en ese vicio, y debes desear liberarte hasta tal punto que no sólo estés dispuesto a confesárselo al Señor y clamar pidiéndole a El ayuda, sino que tienes que estar dispuesto a confesarles a los demás que necesitas ayuda y oración para superar esa debilidad y mal hábito. Porque algunos vicios ejercen un control tan grande sobre las personas, incluso sobre los cristianos, que las vuelven prácticamente impotentes para combatirlos por sí mismas.
¡Si tienes algún problema grave de ese tipo y no consigues librarte orando por tu cuenta o tratando de resistir por ti mismo ese vicio, tienes que hablar con otros cristianos que estén llenos del Espíritu a quienes conozcas y en quienes puedas confiar, y decirles que tienes un problema grave y quieres que oren en grupo por ti! Jamás debes avergonzarte de pedir ayuda u oración cuando lo necesites.

No olvides que la Palabra de Dios dice: "Uno puede perseguir a mil, pero dos pueden hacer huir a diez mil" (Deuteronomio 32:30), y es de mucha ayuda tener a alguien contigo para orar cuando te sientas oprimido, agobiado o atacado por el Enemigo. "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos." Y, "si dos de vosotros se pusieran de acuerdo acerca de cualquier cosa que pidieran, les será hecha por mi Padre qu está en los Cielos." (Mateo 18:19-20)

"Si está alguno enfermo entre vosotros (no sólo física, sino también espiritualmente), llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, y la oración de fe salvará al enfermo. Y si ha cometido pecados le serán perdonados. Confesad vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados." (Santiago 5:14-16) Al orar, cita y recuérdale al Señor las promesas que ha hecho en su Palabra. Recordarle a Dios su Palabra es señal de que se tiene fe en ella. El ha prometido cumplir su Palabra, de modo que recuérdasela, aférrate a sus promesas, apréndetelas de memoria y cítalas continuamente, y no dudes por un momento que Dios va a contestar. ¡Y contestará! ¡Tiene que hacerlo! ¡Si sinceramente deseas librarte y oras pidiendo una auténtica victoria sobre tus malos hábitos, el Señor te ayudará! ¡Jesús nunca falla! Siempre responde cuando se clama a El de todo corazón.

¡"Toda potestad me es dada en el Cielo y en la tierra", dijo Jesús (Mateo 28:18), y como tenemos a Jesús, tenemos su poder, de forma que hasta los espíritus malos y los demonios nos están sujetos! (Mateo 10:1, Lucas 9:1, 10:17-19, Hechos 8:7) ¡Si tus malos hábitos son obra de potencias demoniacas, puedes reprenderlos en el nombre de Jesús y no tienen más remedio que irse!
Para superar un vicio o una mala costumbre, lo primero que tienes que hacer es librarte de la fuerza espiritual causante de dicho mal hábito. Es posible que antes de que te libres, el espíritu que te ata tenga control, ¡pero una vez te hayas librado, tendrás las fuerzas para resistirlo y evitar que vuelva!

Pero aun después de haber orado, a veces hace falta un poco de tiempo para liberarse por completo del hábito. Aunque te has librado del espíritu, la costumbre todavía está arraigada en ti, y es posible que el espíritu intente volver tentándote por un tiempo aprovechándose de tu debilidad o tendencias en ese sentido. Y más si cierta debilidad o vicio es una costumbre o un problema que has tenido durante años. Eso te hace mucho más susceptible a los ataques en ese sentido. Así que es posible que durante algún tiempo después de la oración sigas teniendo algunas batallas todavía. ¡Pero no te des por vencido! Hay que luchar mucho para superar un hábito que ha estado arraigado durante años, pero tienes que resistirte contra el mismo hecho de pensar en hacer esas cosas otra vez. ¡Reprende la sola idea de la tentación, cita las Escrituras y alaba constantemente al Señor!

Si tienes tentaciones, la culpa no es tuya. Nadie puede evitar tener tentaciones, ¡pero no tienes que caer en ellas! "¡No puedes evitar que vuelen los pájaros sobre tu cabeza, pero sí que puedes evitar que aniden en el pelo!" ¡Ataca al Diablo devolviéndole el golpe cada vez que pruebe sus tácticas contigo! ¡El Diablo sólo puede ganar si tú te rindes! Mientras no dejes de luchar, nunca podrá ganar! "¡Resistid al Diablo y huirá de vosotros!" (Santiago 4:7) En tanto que sigas resistiéndolo, tendrá que seguir huyendo. Pero si dejas de resistirlo, se valdrá de sus mentiras, tentaciones y medios de persuasión para ganar. Cuando el Diablo tentó a Jesús, el Señor lo combatió a base de versículos! (Lucas 4:1-13) ¡De modo que cita la Palabra de Dios y reprende al Enemigo!

Hay transformaciones que son instantáneas, de la noche a la mañana, pero otras llevan tiempo. No te puedes deshacer necesariamente de algunos hábitos en un día, porque el Enemigo no cede voluntariamente un terreno que ha tenido tanto tiempo controlado. Cuando alguien ha tenido una debilidad y canales abiertos al enemigo, éste intenta volver si puede. Pero si continuamente estás orando y pidiéndole al Señor que te proteja, te libre y te dé una victoria total, e invocas y citas su Palabra, El lo hará! "¡A quien el Hijo libera es verdaderamente libre! (Juan 8:36)

Una de las mejores formas de protegerte es estar siempre ocupado sirviendo a Dios y al prójimo, haciendo lo que sabes que es tu obligación, y al mismo tiempo ocupar la mente y el corazón con pensamientos positivos, alentadores, fortalecedores y edificantes de Su Palabra, recordándola, memorizándola y citándotela constantemente a ti mismo y hasta al Enemigo cuando te ataque. ¡Y "ora sin cesar"! (1a a los Tesalonicenses 5:17) Como dice un poema: "¡El Diablo sale disparado cuando ve al más débil de los santos arrodillado!"

"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros (Jesús) que el que está en el mundo (el Diablo)." (1a de Juan 4:4) ¡El poder del Señor es mucho mayor, y puede romper todas las cadenas que te puedan aprisionar!
¡Sea cual sea tu mala costumbre, Jesús te puede liberar! Tú, ¿eres libre? ¿O necesitas ayuda? "¡Pide y se te dará!" ¿Amén?

* * *
A continuación te damos un ejemplo de una oración que puede serte útil rezar para librarte, ya que no sólo te ilustra cómo puedes clamar al Señor para que te ayude a superar ciertos vicios, sino también cómo puedes invocar y citar versículos mientras reprendes al Enemigo:

(Oración:) ¡Señor Jesús, en este momento te invoco a Ti con todo mi corazón para pedirte, mediante el poder de tu Espíritu Santo que me liberes de la tremenda atadura que ejerce en mi vida este vicio! ¡Jesús, Tú dijiste en tu Palabra que mayor es el que está en mí (¡Tú en mi corazón, Señor!) que el que está en el mundo (el Diablo)! ¡Por eso, sé que Tú eres más poderoso que el Enemigo y puedes superar este vicio! Tú dijiste: "Toda potestad me es dada en el Cielo y en la tierra", y: "¡Si pidiereis cualquier cosa en mi nombre, Yo la haré!" ¡Por eso, te pido en este momento, Jesús, que sueltes toda atadura que tenga el Enemigo en mi vida y destruyas el poder de esta mala costumbre! ¡Reprendo al Diablo y toda su influencia en este momento, en el nombre de Jesús!

Tu Palabra dice: "No deis lugar al Enemigo", ¡y no quiero nada que no sea de Ti, Jesús! Tus discípulos dijeron: "¡Aun los malos espíritus nos están sujetos!". ¡Así pues, invoco esa promesa, reivindico esa autoridad espiritual sobre el poder del Enemigo, ahora mismo! ¡Y reprendo al Diablo en el nombre de Jesucristo! Reclamo tu promesa, Señor: "¡Resistid al Diablo y huirá de vosotros!" ¡Te resisto, Satanás, en el nombre de Jesucristo! ¡Te ato y rechazo toda influencia tuya en mi vida, todo poder que puedas tener sobre mí, en el nombre de Jesús!

¡Jesús, Tú has prometido que cuando clamemos a Ti de todo corazón, Tú nos responderás! ¡Jesús, estoy clamando a Ti con todo mi corazón para que me libres! ¡Cuento con que lo hagas! Tú has prometido que todo lo que atemos en la tierra será atado en el Cielo, y que todo lo que soltemos en la tierra será soltado en el Cielo. ¡Por eso, ato el poder del Enemigo en tu nombre y suelto la atadura que tiene sobre mí, y te pido que lo arrojes lejos de mí para nunca volver! ¡En el nombre de Jesús! ¡Lo doy por hecho, Señor! ¡Gracias, Jesús! ¡Gracias por liberarme! ¡Ayúdame ahora a adoptar una postura de fe contra las maquinaciones del Enemigo! ¡Te ruego que me des fuerzas espirituales para hacer lo que esté de mi parte para resistir la tentación, y a seguir siempre libre de estas costumbres tan arraigadas, Señor! ¡En el nombre de Jesucristo! ¡Amén!"

www.lafamilia.org
http://mestizaenamor.blogspot.com/2008/10/como-superar-los-vicios_22.html

mi padre es Dios

Dios es mi Padre,
qué feliz soy!
Soy hijo suyo, hijo de Dios.

Si Dios cuida de mi,
¿qué me puede faltar?
ni un solo instante, no,
me deja de mirar;
mi vida suya es,
cual diestro tejedor,
la va tejiendo El
con infinito amor.

Hilo por hilo
tejiendo va,
si tú le dejas
¡que bien lo hará!

Después del huracán
un pájaro cayó,
no creas que eso fue
sin permitirlo Yo;
el pajarillo aquel
se vende por un as,
no tienes que temer,
tú vales mucho más

No ves con qué primor
El sabe engalanar
al lirio que tal vez
mañana han de cortar;
pues si
a una humilde flor
cuida tu Dios así,
¡con qué infinito amor
no cuidará de ti!

En el cielo se ven
mil estrellas brillar;
Dios las conoce bien,
Dios las puede contar.

Si El mismo fue
a buscar la oveja
que perdió,
jamás me ha de olvidar
aunque le olvide yo.

Dios es mi Padre,
mi Padre es Dios.
Dios es mi Padre,
¡qué feliz soy!

Cuando nos comportamos
como que si pudiéramos lograr nuestro deseo, creemos totalmente que será cumplido


Cuando sentimos un deseo de hacer o ser algo que nunca hemos hecho o sido, respondemos a una idea divina
abriéndose camino hacia la manifestación. Cuando resolvemos conscientemente tomar acción, reclamamos mentalmente
nuestro bien, no importa si formulamos la resolución en lo
que reconocemos como oración.
¿Así que ya
no quieres ir
a la iglesia?
Por Jacobo Colsen
Dedicatoria

A los Bendecidos -
Los de hoy y aquellos que través de
toda la historia que fueron insultados,
excluídos, y calumniados por simplemente
seguir al Cordero más allá de las normas aceptadas
de la tradición y de la cultura.


Mateo 5:11

Marzo 10, 2010

" Halló a Jacob en tierra de desierto, y en desierto horrible y yermo; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó a la niña de sus ojos" Salmo 107:7.
Cuál y como será el camino que me espera en este día?. Pasaré por sombras y angustias? Mi pie caminará hoy por la candente arena de un desierto horrible y árido? No lo se. Solo se que necesito caminar en este día por fe y plenamente confiado en que el cuidado de Dios sobre Jacob se repetirá sobre mi vida en este día. A Jacob lo halló en tierra del desierto.
Desierto horrible y yermo, si embargo Dios lo trajo alrededor, lo instruyó y lo guardó como a la niña de su ojo. Sus promesas me recuerdan que como el águila que despierta su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas; así lo hará el Señor conmigo hoy. El nos llevará y el nos guardará en este día...
http://www.renuevodeplenitud.com/hoy-me-dirigira-por-el-camino-correcto-videos-cristianos.html


Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.

Alejandra Pizarnik

para mira escucha

DIOS TIENES EL CONTROL TENGO LOS OIDOS DE MI CORAZON ABIERTOS DAME EL QUERER Y EL HACER QUE MI VIDA SEA UN ALAVANZA A TI CADA INSTANTE DIRIGE MI MIRADA MI SENTIR

interesa más que Dios escuche a escuchar a Dios?
Se pretende convencer a Dios del plan que se ha trazado. querer que Él estampe Su firma en el plan que se presenta. Una vez oí a alguien decir: «No se trata de presentar tu plan a Dios para que Él lo apruebe con Su firma, ni aun de estar dispuesto a que te presenten el plan de Dios para que tú lo firmes, sino de dar el paso de firmar una hoja en blanco y dejar que Él la llene sin saber siquiera cuál va a ser Su plan».

Una chiquilla exclamó una vez al oír ronronear a su gatito dormido: «¡Mira, mamá, el gatito se quedó dormido y dejó el motor en marcha!» ¡Es muy posible andar muy atareado y estar al mismo tiempo espiritualmente dormido, sin llegar a ninguna parte, «como quien golpea el aire»! (1 Corintios 9:26.) Porque a menos que guardemos silencio y tratemos de buscar al Señor, ¿cómo vamos a oír lo que nos dice Él? Estoy plenamente convencido de que he oído hablar más al Señor estando a solas y en silencio que de ninguna otra manera. Cuando estamos a solas Él nos puede hablar. En esos momentos podemos dedicarle toda nuestra atención, escucharlo y reverenciarlo como se merece. La voz del Señor es un silbo delicado y apacible. Al mismo tiempo es muy clara, muy firme y muy amorosa. ¡Pero si hacemos mucho ruido no la oiremos! (V. 1 Reyes 19:12; Isaías 30:21.)
¡El único momento en que se le puede escuchar es cuando uno se queda quieto y guarda silencio! ¡Dios casi nunca grita! Cuando se pone a gritar, ya es tarde. Cuando llega al punto en que tiene que gritarte para que lo oigas, por la bulla tan grande que estás haciendo, es probable que ya esté tan enojado, que sea demasiado tarde. Si no hacemos ningún caso de los gritos, ¡nos da un golpe repentino que lo trastorna todo para que no tengamos más remedio que escucharle!
Por eso tiene Dios que tumbar a tanta gente por medio de accidentes, enfermedades o la muerte de un familiar: para que se detenga un poco a escuchar (V. Salmo 119:67). Una de las pocas ocasiones en que mucha gente del mundo deja de correr y se detiene lo necesario para escuchar al Señor es cuando asiste a un entierro.
¡Que el Señor nos ayude a guardar silencio ante Él y escucharle! Si no pasas momentos tranquilos con el Señor, ¡no sé cómo podrás realizar tu labor! Si de verdad quieres escuchar al Señor, Él te hablará.
¡Si quieres oír al Señor, de algún modo, en algún momento, en alguna parte tendrás que pasar un rato en silencio, a solas! En el Salmo 46, versículo 10, Él dice: «Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios». ¿Has aprendido a permanecer en silencio delante del Señor, a manifestarle tu veneración? ¿Cuántos momentos de silencio dedicas a aprender a estar callado? «En quietud y en confianza será vuestra fortaleza» (Isaías 30:15). ¿Sabes lo que quiere decir confianza? ¡Es fe! ¡El hecho mismo de guardar silencio es señal de que tenemos fe! ¡Demuestra que estamos a la expectativa de que Dios haga algo, en vez de tratar de hacer las cosas nosotros mismos!
Cuando no sepamos qué hacer, ¡parémoslo todo! ¡Guardemos silencio y esperemos a que Dios haga algo! ¡Lo peor que podemos hacer cuando no sabemos qué rumbo tomar es seguir adelante! ¡Ese fue el error del rey Saúl, que le costó el reino! Siguió como si nada, aun cuando ignoraba qué hacer. ¡Creía que tenía que mantenerse ocupado y seguir adelante a toda costa! (V. 1 Samuel 13:7-14.)

SALMO 23 ORACION GUIADA

Fe viviente
Tomado de Dinámicas para la vida por Charles Fillmore


Debemos cultivar la fe interna y la comprensión en la vida omnipresente. El ser humano que está centrado en la fe no mide sus pensamientos ni sus actos según el estándar del mundo externo. Quienes están conscientes espiritualmente tienen los ojos abiertos. Ciertas cosas existen en el Espíritu y se vuelves sustanciales y reales para quien permanece, piensa y vive en la fe.


Concéntrate en la fe
La fe es la base de todo lo que el ser humano hace. Debemos concentrar la fe en lo invisible, en las cosas verdaderas, las cosas del Espíritu. ¡Qué maravillosas serían nuestras demostraciones! ¡Cuán efectivos nos volveríamos utilizando el poder del Espíritu!

Debemos elevar nuestra fe a lo más alto en nosotros y descansan en la “seguridad” o sustancia de su realidad. La comprensión espiritual revela la universalidad de todas las cosas.

La palabra, la imaginación y la fe obran juntas. No solamente debes practicar una idea; debes también darle forma al infundir en ella la sustancia de tu fe viviente.

Si quieres hacer las obras de Dios, debes seguir a Cristo. Si quieres elevarte de lo físico, debes tener fe en Dios y cultivar esa fe por medio de la afirmación de tu poder y fe espirituales. El Padrenuestro es una afirmación continua de principio a fin.


Demostración
Esto son los tres pasos en toda demostración: El reconocimiento de la Verdad como lo es en principio; mantener la idea; y reconocer su manifestación. Ora creyendo que has recibido y recibirás.

Dios es nuestro recurso. Todas las cosas nos son provistas por nuestro Padre. Es necesario cultivar estas ideas considerándolas diariamente en todo lo que hacemos. Por medio de la oración y la meditación en el silencio acerca de palabras de Verdad podemos abrir tanto nuestra conciencia a la presencia interna divina que la comprensión, el amor y el poder necesarios pueden sernos dados para capacitarnos a manifestar en nuestra vida los buenos resultados que deseamos ver manifestados. Esto es mucho mejor que esperar a ver las demostraciones por parte de otros antes de creer e intentar manifestar demostraciones por nosotros mismos. Con el aumento de la fe en la mente de la persona se produce un avivamiento de todos sus pensamientos a causa del influjo de Verdad. La fe verdadera en Dios se separa de todas las creencias negativas.

Dios nunca está ausente de ti. Toma forma constantemente en tu vida según el patrón exacto de tus palabras, pensamientos y acciones. En el momento en que tus palabras y expresiones den la talla al amor de Dios por ti, demostrarás.


Los pensamientos son semillas
Los pensamientos son semillas que, cuando se dejan caer o se plantan en la mente subconsciente, germinan, crecen y dan fruto a su debido tiempo. Mientras más claramente comprendamos esta verdad mayor será nuestra habilidad de plantar semillas que producen frutos deseables. Después de la siembra las plantas necesitan cuidado. Luego de utilizar la ley debemos aferrarnos a su cumplimiento. Ésta es nuestra parte. Dios da el aumento. Debes trabajar en orden divino y no esperar la cosecha antes de que la tierra haya sido preparada o la semilla plantada. Ahora tienes los frutos de cosechas anteriores. Cambia tus pensamientos, que son semillas, y cosecha lo que deseas. Algunas dan fruto muy rápidamente, otras más lentamente, pero todas en orden divino.

Dios no hace cosas en nosotros contra nuestra voluntad, del mismo modo que la voluntad actúa tanto en el consciente como en el inconsciente. Sin embargo, no importa cuanto pueda parecer que el mundo ha fallado en su intento original, esto nunca es cierto. Continúa y entra donde se le deja.


La facultad de la fe
La idea de que la fe es algo que tiene que ver sólo con nuestra experiencia religiosa es incorrecta. La fe es una facultad de la mente que encuentra su expresión más perfecta en la naturaleza espiritual. Para manifestar plenamente nuestro carácter ella debe ser desarrollada en todas sus tres fases. Es autoevidente que es un poder. Las personas que tienen fe en sí mismas logran mucho más que quienes no creen en su habilidad. Llamamos a esto fe en sí mimo o confianza innata. La confianza es una forma de fe. La creencia es otra de las expresiones de la fe.

En Espíritu, la fe está relacionada con la sustancia o seguridad omnipresentes. Por medio de la meditación el ser humano hace más liviana la mente interna y recibe más de lo que puede expresar con palabras. La fe puede ser extendida en la conciencia en toda dirección. Ella logrará cosas maravillosas si es avivada y se le permite la libre expresión en su plano original. Donde la fe esté centrada en cosas externas, los resultados no son dignos de mencionarse. Los seres humanos los han llamado suerte, accidente, azar, etc. Tales encantos parecen funcionar por un rato, luego cambian repentinamente, así que es evidente que no están bajo ninguna ley perdurable.

Las personas intelectuales no hacen milagros por medio de la fe. Ellas limitan su alcance a lo que el intelecto dice que es ley. Cuando la fe es ejercitada profundamente en la conciencia espiritual es cuando encuentra su lugar correcto, y bajo ley divina, sin variación ni desilusión, produce resultados que parecen milagrosos. La perseverancia se necesita en nuestro uso de la fe hasta que hagamos conexión consciente con los planos más altos de conciencia.

Aunque nuestra fe sea tan pequeña como la semilla más pequeña, surgirá y demostrará su poder para llevar a cabo cada deseo al cual se la infundemos.


Ver por fe
El poder de ver en Espíritu es peculiar a la fe. En su expresión interna este poder es la vista; interiormente es lo que percibe la realidad de la sustancia del Espíritu. Ver mentalmente es conocer; discernimos mentalmente.

Ten fe en lo que haces. Después que esté hecho, no te condenes. Todos buscamos la felicidad y la satisfacción y sabemos por experiencia que somos felices cuando estamos en armonía con nuestro medio ambiente. Hay una gran variedad de ideas que nos causan inarmonía. Pensamos que si tenemos dinero y amigos podemos ser felices; pero las cosas no hacen la felicidad. Nuestra actitud mental hacia las cosas es lo que armoniza nuestra relación con ellas. Mientras comprendamos mejor la sustancia innata del mundo a nuestro alrededor, más lo apreciamos.


La habilidad de la fe
La fe es siempre activa. Debería estar hecha de la sustancia de verdad de cada idea. Debemos tener fe en nuestro propio poder, en nuestra propia capacidad y habilidad. Si vamos a tener esta fe nuestros pensamientos deben estar centrados en la gran Mente universal. El éxito radica en Dios. Lo que quiera que no sea fe es pecado. Lo que quiera que sea fe no es pecado. El pecado es errar el blanco. Erramos el blanco por no tener fe.

Un poquito de fe a menudo produce resultados sorprendentes. Las fuerzas invisibles están mucho más cerca de lo que pensamos. Cuando dirigimos nuestra atención en su dirección la respuesta generalmente es tan pronunciada y rápida que no podemos evitar sentir que se ha producido un milagro. Una relación personal más íntima con la ley divina nos convence que bajo ella todas las cosas son posibles si sólo creemos, y si al mismo tiempo conformamos nuestros pensamientos a su principio.

Constantemente estamos haciendo condiciones por medio de nuestros pensamientos. En toda nuestra experiencia no debemos condenar nada que venga a nosotros ni nada de lo que hagamos. Conocemos la ley. Obedezcámosla y no hagamos surgir ninguna condición adversa por nuestros pensamientos de condenación. Cualquier cosa que estés haciendo, sé feliz en ella. Obtienes los resultados de tus actos, según tu fe. Sé sabio; no declares nada como malo y sólo el bien vendrá a ti.

Ten fe en la bondad innata de todos los seres humanos y todas las condiciones. No condenes, no importan cuán grande la provocación. Lo que piensas, lo creas en tu conciencia. Amplía tu rango de visión y podrás ver el bien en lo que ahora ves el mal. Dios es bueno y Dios está en todo, de aquí que no puede haber otra condición real sino el bien. ¿Por qué malgastar nuestro tiempo combatiendo el mal?


Pensamiento con fe
El poder más importante del ser humano es la facultad de pensar con fe. Todos tenemos la facultad del pensamiento localizada en la cabeza, desde la cual enviamos pensamientos buenos, malos e indiferentes. Si somos educados y moldeados según el patrón ordinario de la familia humana, podemos vivir cierto número de años y nunca tener un pensamiento original. La facultad del pensamiento en la cabeza es alimentado con las creencias de segunda mano de nuestros antepasados, las creencias dominantes de la raza, o la materia prima gastada del remolino social ordinario. Esto no es pensar con fe. El pensar con fe sólo lo hace quien ha logrado ver las verdades internas del Ser, y quien alimenta su facultad del pensamiento con imágenes generadas en el corazón.

Pensar con fe no es un proceso meramente intelectual, basado en el razonamiento. Quien piensa con fe no compara, analiza ni saca conclusiones de premisas conocidas. No toma en consideración las apariencias. No está influenciado por los precedentes. Su pensamiento da forma, sin objeción ni cuestionamiento, a ideas que provienen directamente de la fuente eterna de la sabiduría. Su percepción interfiere sobre lo espiritual y él sabe.

Cuando ha habido el deseo de aspirar y alcanzar a la vida espiritual, la facultad de la fe se activa en el subconsciente. La fe espiritual incluye la seguridad infalible y la respuesta inmediata. La fe en la realidad de lo invisible edifica una sustancia verdadera y moradora en la mente y el cuerpo. Todo tipo de ideas crecen rápidamente cuando son plantadas en esta sustancia rica de la mente.

No hay sino una sola fe. El medio de expresión determina el carácter y el poder de ella. La confianza es una marca más barata que la fe, pero la confianza es mejor que la desconfianza. Las personas quienes simplemente confían en el Señor no comprenden la totalidad de la ley. Si tuvieran comprensión afirmarían la presencia y el poder de Dios hasta que la sustancia misma del Espíritu apareciera en conciencia.


Palabras de fe
Las palabras de fe deben ser expresadas de manera tanto silenciosa como audible. El poder de la palabra hablada es comprendido someramente. La palabra es la idea creativa en la Mente Divina, la cual puede ser expresada por el ser humano cuando éste ha cumplido la ley de expresión. Todas las palabras son formativas, pero no todas las palabras son creativas. La palabra creativa toma posesión de la sustancia y el poder del Espíritu.

La palabra de fe tiene una fuerza interna. Esta fuerza se precipita hacia delante y produce transformaciones sobresalientes en el mundo de los fenómenos. No es necesario que quien toque la fe comprenda toda la maquinaria intrincada con la cual hace contacto. Afirmar la actividad de este súper poder lo avivará en la conciencia.


Creer
Si un ser humano cree cabalmente que puede hacer algo, a la larga encontrará una manera de hacerlo. La mente genera una energía que contacta la energía universal y hace que las circunstancias y acontecimientos se alineen para el logro del ideal latente. Llega a este manantial interno de fe y podrás hacer lo que Jesús hizo. La creencia está relacionada estrechamente con la fe. Es una aceptación interna de que una idea como verdad. La creencia funciona tanto consciente como inconscientemente. Muchas creencias falsas, tanto de la persona como de la raza, están muy activas bajo el nivel consciente. Para borrar estos errores ocultos es necesario un programa intenso de negaciones.


La fe de Jesús
Jesús no ostentó un poder exclusivo y sobrenatural, el cual le acreditamos. Él había explorado la sustancia espiritual, la cual Él llamó “el reino de los cielos”. Su comprensión estaba más allá de la del ser humano promedio. Sin embargo, Él sabía y dijo que otros seres humanos podrían hacer lo que Él hacía si tenían fe.

Jesús animó a Sus seguidores a que Lo tomaran como un ejemplo de fe y utilizaran el poder del pensamiento y la palabra. La curación divina se debe a la aplicación de la misma ley que Jesús utilizó. En la mayoría de los casos, Él pidió que las personas a quienes sanó tuvieran fe. Con esta fe como punto de contacto mental y espiritual, Él liberó la energía latente en la estructura atómica de la persona que tenía la necesidad de ser sanada y la que fue restaurada a la vida y a la muerte.

Mujeres que corren con los lobos

Clarissa Pinkola Estés

En su infancia, Opal Whitely escribió estas palabras acerca de la reconciliación con el poder de lo salvaje:

Hoy hacia el anochecer

me adentré un poco con la niña ciega

en el bosque donde todo es

sombra y oscuridad.

La acompañé hacia una sombra

que venía a nuestro encuentro.

Le acarició las mejillas

con sus dedos de terciopelo

y ahora a ella también

le gustan las sombras.

Y el miedo que tenía se ha ido.



Lo salvaje femenino no sólo se puede sostener en todos los mundos sino que sostiene todos los mundos.

Los sueños son compensatorios, son un espejo del inconciente profundo en el que se refleja lo que se ha perdido y lo que todavía se tiene que corregir y equilibrar. Por medio de los sueños el inconciente produce constantemente imágenes que nos enseñan. Por consiguiente, como el legendario continente perdido, la tierra salvaje de los sueños surge de nuestros cuerpos dormidos envuelta en un vapor que se extiende por todas partes y crea una patria protectora por encima de todas nosotras. Éste es el continente de nuestra sabiduría. La tierra de nuestro Yo.